Ejemplo de crónica

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Su gente people Siria 185

 

La pesadilla continúa en Siria.
Refugiados, torturados y guerra de propaganda en el aniversario del levantamiento contra El-Asad  

 

Siria ha entrado en su segundo año de revueltas y represión con la misma incertidumbre con la que se inició el levantamiento para acabar con el régimen de Bashar el-Asad en pleno apogeo de la ‘primavera árabe’. Un año y más de 8.000 muertos después, el conflicto se encuentra estancado políticamente, mientras que la violencia brutal con la que el régimen machaca a los opositores ha llevado la situación a un punto de no retorno.
Durante los últimos meses y semanas, la violencia, la represión y los enfrentasmientos  no han hecho sino recrudecerse. Ayer, más de mil refugiados cruzaron la frontera de Turquía huyendo de Idleb, que se ha convertido en el nuevo frente de batalla entre el Ejército y la oposición. El régimen consiguió el pasado miércoles hacerse con el control de esta ciudad del noroeste sirio con consecuencias catastróficas para los opositores. Veintitrés cadáveres con signos de «tortura extrema» fueron encontrados ayer al oeste de Idleb, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres.
Esto ocurrió ayer, pero los mismos hechos lamentables  se repitendía a día, semana a semana y mes tras mes.
El régimen no ha querido permitir que el aniversario del inicio de la revuelta pueda utilizarse para dar impulso a la oposición. Por eso ayer, en una muestra de músculo y lealtad, decenas de miles de partidarios del Gobierno de Bashar el-Asad marcharon por las calles de las principales ciudades sirias portando banderas del país y retratos del presidente.
El conflicto se ha convertido también,  desde hace mucho tiempo, en una guerra de propaganda, y los seguidores del régimen defendieron en la calle las teorías que ha formulado el Ejecutivo sirio desde el principio: que las protestas no son sino «una conspiración extranjera» y que son «grupos terroristas» los que cometen las masacres.
A pesar de las manifestaciones, los enfrentamientos entre las fuerzas armadas del régimen y el Ejército Libre Sirio (ELS) continúan en diversos puntos del país, un conflicto en el que es difícil saber si ha pasado ya la barrera de lo que se considera una guerra civil. El ELS, el Ejército de desertores, sigue engordando sus filas. La semana pasada se conoció la noticia de que los milicianos rebeldes habían conseguido capturar al general sirio Naim Jalil Oda durante una operación en Duma, en la periferia de Damasco.
Los rebeldes amenazaron con ejecutarlo en público si el régimen no libera baa algunos detenidos en esta localidad, aseguró el mismo día del secuestro el número dos del ELS a Efe.
Las potencias internacionales han mantenido y siguen manteniendo una actitud ambigua y pasiva frente a la masacrre qure desde havcre meses se está perpetrando en este país.

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